Sobre nosotros
Somos una quesería artesanal de granja con una amplia tradición familiar ubicada en Alhama de Granada.
En la actualidad contamos con una cabaña de 1.400 cabezas de ganado caprino de la raza autóctona murciano-granadina con cuya leche elaboramos nuestros quesos.
Nos encontramos en el paraje de Júrtiga caracterizado por su valor ambiental y ecológico. Se trata de una zona donde se mezcla el monte mediterráneo con la agricultura tradicional. En ella se encuentra el “quejigo de Júrtiga”, árbol centenario, incluido en el catálogo de árboles singulares de Granada, que es cada vez más conocido y visitado por turistas y alhameños.
¿Qué nos hace diferentes a otras queserías?
Nota distintiva de nuestros productos
Alimentación del ganado
Nuestra empresa se caracteriza en que no solamente elaboramos queso de forma artesanal sino que llevamos a cabo todo el proceso desde el cultivo del cereal (parte importante del alimento de nuestras cabras), cría y cuidado del ganado, ordeño de la leche y elaboración artesanal del queso. Esto nos permite cuidar la calidad y el buen hacer desde el inicio hasta el final.
El entorno
A su vez nuestras cabras tienen el privilegio de pastar al aire libre en el paraje de Júrtiga.
Estos valores naturales y ecológicos aportan a la leche y sus derivados innumerables propiedades que benefician la salud de quién decide consumirlos.






Proceso de elaboración de nuestros quesos de cabra
Cuidamos con esfuerzo el día a día y pasto de nuestros animales.
Al fin y al cabo, su alimento y su calidad de vida es la una de las claves del sabor de nuestros quesos.
El sabor de la leche no es igual en todas las ganaderías. La nuestra consigue ese grado de intensidad gracias a que nuestras cabras pueden aprovechar el pastoreo durante todo el año en una amplia extensión de encinas, quejigos y alcornoques.
Cariño, paciencia y esmero desde la producción de la leche hasta su transformación en queso. Eso es lo que hace falta para crear quesos artesanos de calidad. Te explicamos paso a paso todo el proceso que seguimos en Quesería Júrtiga para que puedas apreciar, mejor aún, todo el trabajo que hay detrás de un sabor tan singular.
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Ordeñamos y directamente la leche pasa a la cuba de cuajado. Esto permite que la leche conserve todas sus propiedades.
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Coagulamos con una cantidad precisa de cuajo natural y cortamos la cuajada en la cuba hasta que la maestra quesera comprueba que está en su punto y el tamaño del grano es el ideal.
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Desueramos la cuajada. Separamos la parte líquida de la masa, con la que posteriormente haremos el requesón.
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Introducimos manualmente la cuajada en moldes cilíndricos en la cantidad justa y posterior los llenamos a mano. También comprobamos que el pH es el óptimo.
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Colocamos los moldes en las prensas para continuar eliminando el suero, a una determinada presión y durante el tiempo preciso.
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Realizamos la salazón por inmersión en salmuera para dar el punto de sal al queso y firmeza a la corteza. Para ello determinamos un tiempo, una temperatura, una concentración y un pH.
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Por último realizamos el secado, maduración y volteo regular del queso durante un mínimo de 60 días en cámaras controladas en humedad y temperatura. Para saber el momento justo, observamos diariamente la salud de cada queso.